Lápices de colores,
desparramados,
sobre una carpeta
formando una catapulta de madera:
El ayer no pasado.
Es curioso, ya no veo
las montañas
en el dibujo de aquella casa,
la chimenea aún humea
y quizá todavía,
exista ese duende entre los bosques,
aquel que siempre enseñaba piruetas,
los días de colegio.
El pequeño rio serpentea,
el paisaje de invierno.
Nieve sobre la copa de los árboles
y un resto de pegamento
del día que formamos tu palabra,
los pasos descalzos sobre el pasillo
y la planta del alfeizar
para aprender a cuidar las sensaciones.
Fotosíntesis sobre la piel,
desescamándose en mariposa,
hacedor de pasteles de trufa,
rescatador de pérdidas
y de mí misma
en el intenso brillo de tus ojos.
Repasemos: Hay lápices de colores
desparramados, como sueños
entre los clasificadores de papel
de las emociones.
Bonito trabajo, cielo🌷
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Gracias!!
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excelentes versos
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Gracias !!!
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