Las pequeñas manos,
inocentes,
buscan la luz,
asidas de tormenta.
No hay quien las escuche,
es descampada la noche
y a destiempo
la espera
agita, interminable, su tormento.
La furia en la garganta,
volteando,
la ausencia impuesta,
la traición victimaria,
la falacia
que destroza la historia inconsentida.
El odio reta amargo
y las cadenas angustian
las manos más pequeñas,
las manos apresadas,
las manos tendidas,
apretadas,
en el desconcierto de la vida.
👌
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Gracias??
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😘
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perdón por los interrogantes, quería poner !!!!!…buff el móvil😊
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No te preocupes
Lo imaginé
😉
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Wow!!! Cuánta belleza en la sensibilidad que desprenden tus versos, Pilar! 😍
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Gracias!! Ni el más bruto puede ser insensible s ciertos dramas. Un abrazo!!
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Gracias Pippo!!
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