
Este mi poema va dedicado a un último maldito. Maestro en ese ver profundo en el reflejo de nuestras miserias. Ahi, va…
Sangrar los dedos,
mientras las teclas absorben la vida
y te devuelven
duplicada
la abrupta sinceridad de quien no posee
ningún emblema debajo de su ropa.
Tus versos sobre mis dedos,
deslizándose,
sobre las caras lánguidas,
esas caras derrotadas
que no comprenderán el juego
de ser artificio en noches invernales
y nieve sobre el verano.
Dices que creerán
que nuestro amor es imperfecto,
porque no han sido capaces
de amar plenamente.
Es cierto,
no hay nada perfecto,
si se siente
y todo es acorde,
si simplemente se asiente
ajeno,
al devenir de las notas redoblando,
la marcha triunfal,
esa indecente caída,
que arrebata la inocencia
bajo un papel de celofán.
La indecencia no está en sorberse el sexo,
ni en abarrotarse del vino más barato,
ni siquiera en la caída libre sobre los adoquines
de la impaciencia,
la indecencia está en no sentir,
más que el odio perfecto.
Los dedos siguen desangrándose
y ya me es ordinaria
su cadencia.
Reblogueó esto en El Noticiero de Alvarez Galloso.
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Gracias
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De nada
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👋👋👋
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Gracias!!!
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un placer pilar
buena semana
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😊Igualmente!!
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👍👍Un buen poema para un excelente poeta que como nadie reflejaba en su poesía las miserias de un mundo abrumado por su destinio. Un saludo
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Gracias Pippo!!
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Bukowski transformó una vida de derrotas en arte. Pero no es arte de fácil digestión.
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Cierto!! Un abrazo!!
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🙂
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