Y llegó Compostela a nuestros ojos,
peregrina hacia el vino de tu boca,
los acantilados del norte
y las ventanas
llamando a carnaval entre sus hojas.
Fue camino Madrid,
y fue,
refugio,
donde, detenidas nuestras rosas,
tomaron cuerpo,
en imperio,
plenilunio,
dispendio,
de terrenales faustos,
huracanado intento,
y de manzanas rojas.
Y ahora que ya vamos a la resta,
buscando cauces,
amando desencuentros,
que tú eres sauce
y yo junco
en este abril al viento,
ahora que te pregunto y no contestas,
quizá no sabes, quizá no sé
me retas,
hay mantra en los pasillos
qué te apuestas,
que hay luz tras el visillo,
y reinventas,
un yo,
tal cual ferviente
infatigable amante
a ti conversa,
Una escuadra de lirios
y claveles,
la pretensión del tiempo,
la respuesta,
no exenta de vaivenes
ni de cirios
en procesión abierta.
Todavía hay bastantes,
¿No los oyes?
Hay bastantes
tambores,
percutiendo
Todavía hay bastante,
bastante amor,
sintiendo.
👍👏👏👏
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😊😊😊😊😊
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Geniales versos! El amor y sus angustias en espiral…
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Gracias😊😊😊
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Cómo disfruto tu estilo. Tus versos hacen suspirar al viento cuando pasa por esos campos para decirle a tu amor que tu corazón no se detiene. Todo un encanto de poema.
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Gracias!!😊😊😊
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