
Ella lo envuelve todo
con discretos ropajes.
Sus palacios no están engalanados,
no hay oro en sus columnas,
ni plata en sus cubiertos,
ella es quien te aguarda,
quien te viste
con la serenidad de su belleza.
Ella lo teje todo,
hornea el pan de la mañana
y bendice el ocaso de la tarde.
Ella es como la cortina
que deja pasar la luz
sin que te queme la luna.
Ella es el círculo,
la esfera,
sobre los siete rostros,
y las cinco primaveras.
Ella es espíritu
y es tierra,
es el cielo de verano
y las noches de otoño.
Ella habita en todas las mujeres
y en todos los hombres,
en aquellos
que quieran comprender
y comprendan.
Gracias!
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