
El agua desciende suave, reposada.
La fuente de tus ojos
me susurra tu nombre en mis oídos.
Hay viento del este.
En el jardín los lirios y amaranto
se transforman en cisnes.
La mirada se queda detenida,
se hace lago el paisaje.
Iridiscente la luz se refleja.
Cuánto color para pintar tu rostro…
Y cuánto anhelo de hacerlo
tan ajeno como mío.
¿Sabes de lo que hablo?
No hay nada sensorial. Nada emocional.
Y por eso lo hay todo.
Es una muestra de la belleza del universo. Sus vibraciones están en nuestro pensamiento.
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Gracias!!
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