La misma madera

   Si invirtiera las hojas del árbol de la vida

   qué sexo remarcaría su izquierda,

   quién encontraría su fundamento

    bajo el sendero de la luna,

    quién estimaría la belleza

     en los caminos del olvido

    para quién la fortuna es el amor

    por encima de cualquier éxito

    quién haría de su sabiduría entrega,

en los pilares de la misericordia.

   Si miras con ojos detenidos a tu madre,

   ella porta el cesto con todas las virtudes,

   lleva un bálsamo de olvido

   para reconfortarte en tus fracasos

   un quintal de amor, miles de pócimas de entrega

   y su mayor éxito siempre sería tu sonrisa.

   Por eso el árbol de mi estirpe

   no se organiza por género ni sexo.

   Todas sus ramas comparten

    la misma madera.

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