No digo fantasía cuando

   

No digo fantasía cuando

observo la imagen de una herida

ni la de una mujer desvanecida

    en las aguas esmeraldas y profundas.

    Tampoco un delirante déspota

ni un espíritu gris ni un alma en pena.

     Porque esas imágenes son solo los miedos

     que encasilla el subconsciente a su medida.

    

  Fantasía es el aire en un día cálido

      un océano de abrazos y la música

      que orquesta todos los atardeceres.

      Es bosque de besos, de esos besos

      que deja la palabra confianza.

     

  No imagino esos ancestrales miedos

       pues cada vez que los nombran se renacen

quedándose pegados a los ojos.

Y para mi imaginar la fantasía

es romper las cadenas de los sueños

abrir las puertas a la intuición más pura

para rellenarme desde dentro.

El lugar del deseo y la palabra

que cada vez que se nombra se te acerca.