
Hay veces que el amor poético
es como un amor de Hollywood,
las palabras dentellean el papel
para pronunciarse en tu oído
con el afán intenso de habitarlo
todas las noches y todos los días.
Y los versos se hacen parte de tu risa
con la claridad de quien confía
que siempre hay algo de eternidad
en todas las miradas que regalas.
Esos versos que piensan que tus ojos
son ventanas abiertas a mis sueños.
y mi deseo se colma con tus pasos
en todos los paisajes que conozco.
Que tus manos son ocultas escribas
del alfabeto secreto de mi piel
y cada vez que me rozan, tan ligeras,
desatan una fiesta de rosas rojas
en un jardín color de la esmeralda.
Tus labios amantes ya no encuentran
ninguna frontera entre los míos.
Tu aroma sabe a noche y espejismo
de una piel de luna aguamarina.
El amor poético es, sin duda,
tan de cine como el amor de Hollywood.
Y, sin embargo, quién se resistiría a no vivirlo.