Antimateria

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Has quemado tus ropas

con las chispas

de las profundidades de la tierra.

Te has ahogado tantas noches

en el abismo de tus desalientos

que has maldecido los segundos

que te regalaba el sol.

 

No hay aprendizaje gratuito.

Tras la última piedra incandescente,

encontrarás ese frondoso bosque

en el que los árboles

orquestan

una sinfonía de colores.

 

Tus identidades danzantes

ya conocen

las complejidades de tus lunas,

la cara oculta de tus dualidades,

ensambladas

en el ligero baile que unifica

todos sus fragmentos.

 

Esa suavidad que engarza

las identidades solitarias.

Cuando se sostiene

la palabra precisa

en el universo de tus ojos.

 

No hay aprendizaje gratuito.

 

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Marinero

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Tú que afirmas que no versas,

 cuando dices

que es amor el aire que respiras

y columpias las miradas infantiles

impacientes de tu faro que es vigía,

de sus sueños de niños y la escarcha

que se anuncia en la luz del nuevo día.

«sabedes as sirenas bailan a muñeira

as estrelas do mar tocan a gaita

e coñecen os nomes de todoslos nenos»

 

Ya viene, que ya viene, cien bengalas

el galeón de invierno entre los sauces,

el barco de palabras mensajeras,

los peces y los panes,

los ojos marineros,

las manos tejedoras de la madre,

sobre la red dedal de la sonrisa.

Os nenos no porto da esperanza,

as lendas doutros mares

e os seus ollos

buscando a túa palabra.

 

ya viene, palmatoria en ola,

 los pies arremangados

sobre el bosque de luna entre las algas

descalzando las redes sardineras,

trabuquetes, sedales y traínas

un baile de pinceles y acuarela

cristalera de luz en las marinas.

 

Me miras, me sonríes y no entiendes,

tu correntía de aludes, esa impronta

entre callosas manos,

fuerte el quiebro,

pescador de viento entre mareas

sobre la popa de las alegorías.

 

 Quizá no lo comprendes,

 tú eres mar salvaje en poesía.

Razones

 

 

dream-4827288_1920Existe una aurora de razones

para atrapar tus manos,

para que las mías,

acaricien tu espalda

hasta dormirte.

Podría navegar toda una noche

en rumbo norte,

besarte en marejada

hasta que el infinito osase despertarme.

Podría caminar a pies juntillas,

entre las rendijas de tus sueños

y apalabrarte mariposas

para verte,

cada día,

de nuevo,

cuando el alba

convoca a los amantes.

Existe una aurora de razones

para atrapar tus manos

y para que las mías

acaricien tu espalda

hasta dormirte.

Lado oscuro

En ocasiones todo parece salir mal. Nos sentimos emocionalmente heridos y descendemos, con nuestros demonios, a los parajes más oscuros de nuestros miedos. Podría haber hecho, debería haber hecho, no lo debí permitir, tendría que... Este poema habla de ese momento en el que ya estamos cansados de ese martirio. Decidimos abandonar la tiranía de nuestra propia mente y ya no nos importan sus machacones mensajes de culpa o de rabia Y, curiosamente, en este momento, comenzamos a sentirnos mejor.  Hay veces que la oscuridad es la que nos permite ver la luz.

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Reinvento ese grito,

que me abrasa,

pues no hay brebaje que calme la comezón de mi piel,

ese purito intenso que da bienvenida a la noche,

para encender las luces de la lámpara.

 

Siento

que en esta historia me he perdido algo

y no soy  capaz de seguir el hilo,

la trama se revuelve insomne

entre mis propios ruidos.

 

Demasiado drama para una comedia,

quizás tenga detrás un muerto viviente,

para revelarme mis debilidades.

Un thriller psicológico  me empuja

a enlatar las emociones.

 

Y es curioso, en realidad, me siento bien

ya no me importa que la lava caliente mis pies,

o que no exista conjuro que me rescate

de esta vuelta sin billete de ida

a mi particular infierno.

 

Hoy me quedo en este lado oscuro,

resiliente a la sombra de mis ojos,

para el regocijo de la luz.

 

Mensajes de texto.

  1. La costumbre es el arma secreta de la desesperación. Desacostúmbrate. Rebélate. Ten esperanza.
  2. Cuando estés turbad@ piensa que la realidad es siempre convertible y reversible. Cambia el prisma. Revierte el espejo.
  3. Amate a ti mismo como amarías a tu mejor tesoro.
  4. Cada ser en el mundo tiene un lugar, un abrazo  que siempre le espera. Ama, que tu abrazo te aguarda.
  5. No te lamentes por el pasado, el futuro no pide cuentas.
  6. Eres energía y si la enfocas puedes transformar tu vida.
  7. Cuando llores no sufras,  una lágrima me llegará y con ella te mandaré mi mejor beso.
  8.  Siempre hay una excusa para llegar a Avalon y la Isla de Cristal está  en cada sitio donde haya un propósito de fuerza.
  9. Cuando alguien te diga que no puedes, recuerda, todo es posible siempre que se intente. Lo que no se intenta es lo imposible.
  10. Si el tiempo es relativo, más relativa es la estupidez. Óbviala.

 

 

Compás del viento

 

flower-3729460_1920Déjame agarrar tu mano,

unirme a tus pensamientos,

abarrotando tus besos,

desbaratando tu aliento,

Inigualable cual verso

que se apaga y que se enciende

que se enerva, que comprende

y deja sin argumento

A todo lo que yo siento

 

 

Y es que es rojo este silencio

y son dulces los cimientos

de los besos que aquel día

me dejaron escondida

una flor en la cortina

y el aroma de tu aliento.

 

Voy imaginando el cielo

en cada compás del viento

para regalarte un trozo

por cada vez que te tengo

entretejido a mis ojos,

calando mi pensamiento

que retoma, que resurge

en la barrera del tiempo

 

Y quién quiere serlo todo,

cuando puede ser beso,

que se quede muy pegado

como la piel al deseo

a todo lo que yo quiero

en cada compás del viento

 

 

 

 

 

 

 

Espejos

 

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Es hora de volver.

Encontrarás la estancia,

menos desordenada y más abierta.

Hay muchos más espejos de obsidiana

y la luna recoge su palabra

bajo la cristalera de madera.

 

No serás indemne si tu espada

no refleja la luz.

Pero si tu metal es tan traslucido

que conoces las artes del amor,

entonces,

mi amado caballero,

si la diosa lo permite,

danzaremos hasta el amanecer,

reflejando cada palmo de la noche

en el banquete de las máscaras.

 

 

 

La chica del oeste

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Quién pudiera,

sumergirse en los sueños infantiles

y creersee un vaquero,

siendo niña,

una vaquera más fuerte que los ojos

que pueden poseer todas las lunas

y surcar las llanuras infinitas,

de naipes boca arriba,

sin sorpresas,

ni trampa ni cartón.

 

Aderezarse entre las líneas,

abruptas e inconexas,

de una imaginada escena

y cabalgar sin límite sobre un caballo blanco,

posesa de esa locura quijotesca

de buscar dulcineas en salones,

que huelen a whisky barato,

la afrenta del repoquer,

y ese desierto empujando al alma hacia el poniente.

 

La regresión impone un final

no siempre redentor.

 

Los cactus no saben de palabras,

siempre tienen una flecha escrita

sobre las espinas de las impaciencias.

 

En el mundo de los buenos versus malos,

la rebeldía es solo un acto complaciente,

la carne de cañón tiene fecha de caducidad

y el ferrocarril traerá una nueva empresa,

la superioridad del norte que se impone

sobre la infantil dicotomía de los sueños.

 

Los vaqueros en extinción extrema,

en un mundo trepidante del comercio,

un préstamo de vidas,

el primer automóvil

aquellos nuevos sombreros,

y los vestidos imperiales

destronando a las botas y al can-can.

 

Los indios en reserva,

la danza de la lluvia,

generando círculos,

expandiendo caza-sueños en imposibles árboles

en la extensa montaña de sus ojos.

 

Mientras la caballería tome alas

sobre los fuertes en cinemascope,

seguirá rondando

ese silbido

a cien pesetas y un bote de coca-cola (1),

anunciando el climax del relato.

THE END.

 

 

)Kurt Savoy fue a un concurso de radio para ganar cien pesetas y un bote de Cola Cao con una canción de Elvis, y en lugar de ello, decidió lanzar un silbido que acabaría personalizando las bandas sonoras de los»western»