Y si no estoy preparada para hablar,
si fuera recipiente contenido,
la sal decreciente,
la bruma,
oscureciendo los pies.
Y,
si no fuera posible
desasirse,
corsé denostado, apalancado,
en la materia gris del subconsciente.
Y si nadie, quizá, ni aquel poeta,
de verso tosco, en alcohol,
de la inmundicia,
si nadie pudiera.
Descender al infierno
enseña poco,
si no lo hacemos,
a nuestro particular Averno,
aquel que nos es ingrato
a la razón y al olvido.
Y si quisiera ser fuego,entre tus manos,
aire entre los cabellos de la noche,
rocío, agua, alquimia entre tu sexo,
tierra para dejarte cuando el día
me lleve a seguir vagando entre los cielos.
Y si pudiera caer, sigilosamente,
macerando colaciones de segundos,
fabricar el ungüento
que me haga humana y terrestre,
bajo la luna de tus ojos.