Abajo. Navegar el fracaso

Techo y suelo. Abajo y arriba.

         A veces nos preguntamos por qué a algunos todo les resulta facil y por qué a otros les resulta tan difícil conseguir hasta lo mínimo.  El tiempo no debe servir para martirizarnos. Hay que persistir. Digo esto, claro está, dejando al lado situaciones de precariedad. Soslayadas dichas necesidades básicas, ¿Qué hay de malo en estar abajo, en algunas ocasiones? Es lo propio de la naturaleza humana. Lo que nos hace grandes es justamente eso, saber estar arriba y abajo. Disfrutar del éxito, pero también navegar el fracaso.

 

No lamento la piedra que  lleva  mi nombre

ni que el destino se antoje  laberinto

encontrado en bucle, desafiante.

Lamento cuando las botas se resisten a enfundar mis pies

y no  me permiten salpicar los charcos

Sobrepasemos este límite

y las ventanas de mañana encontrarán el sol en este invierno.

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interdependencias

La libertad no encuentra acomodo

sino en los ojos de aquel

que mira a los demás sin pretender juzgarlos

La igualdad no encuentra acomodo

sino en aquella estancia

donde no hay sillas diferentes

La fortaleza no encuentra acomodo

sino en aquellos corazones

que no se han dado por vencidos.

La luz del corazón

                   El siglo XX nos trajo la expansión, la globalización y en mucha medida una pasión renovada por Oriente y su filosofía sobre la meditación. En esta fascinación nos olvidamos de Occidente y  el entendimiento de que el orden externo, en un buen pensamiento, debe ser por y para los individuos y no al contrario.

 

Cuando no basta el coraje ni la fuerza,

cuando todo te atrapa,

cuando todo sobra y todo falta,

Nada que decir

Tanto que cambiar

Sonríe

y piensa que en algún lugar del mundo habrá alguien,

que te encomiende en sus pensamientos.

 

Por eso hoy, este poema, va por ellos,

por los guardianes del tiempo,

de la flor inicial y secretístima,

en circulo sobre cruces de fuego,

ora juglares, antes poetas,

habitantes de poemas como escudos,

violetas en aire legendario

 

Y he aquí, en la observancia

de que el corsé externo nos aprieta

sobre terrenos de impostura,

y no hay hombre que merezca ser sacrificado,

por un fin revelado como abyecto,

porque la opresión no agrada al universo,

cuando identificas y comprendes

las  marcas en el camino  que alcanzan el origen

en un holograma de constantes cambios,

Y así,

te deshaces del marcaje horario de tu día,

es entonces,   cuando tu luz renace,

la luz del corazón.

 

 

 

 

 

ESCUCHANDO PENSAMIENTOS.

 

Atardecer, sin suelo, elevándose la espalda

sin techo, ni salida, ni metas que no aguarden,

levitando en nuestra propia historia,

sin profetas que proclamen nuestros nombres

ni odas para ensalzar nuestros destinos

Nunca se sabe, nunca, qué será de nosotros,

si nuestro amor permanecerá inocente,

lejos de cualquier plegaría costumbrista

de roles  relatados y fingidos

Y tú me miras,  por mucho que prometas

lo que hablarás, lo que dirás mañana,

será un misterio clavado entre las rocas

y aún así vale la pena la incertidumbre

porque aunque el mundo gire volteándome los pies

siempre llevo una carta en el bolsillo,

con olores de azul en aquel antes,

ayer de guiños sobre ese beso escrito

en un rincón escondido de mi cuerpo

Un poema, una canción, no es otra cosa

que aquellos pensamientos que se guardan

 

 

 

Pensar a más

Pensar a más, descuento, partir en doble fase,

ni acomodo ni aliento, un reto en una frase,

quebrándome en mil trozos, cuando el silencio calle

y los ojos abiertos acierten a enturbiarte

 

Pensar a más, intento, de lejos, desterrarte

inundarse, surgir, retornar, retomarte,

irrigado en añil, en extremo aceptable

desigual infinito en reto descartable

 

Pensar a más, pensando, viviendo cada instante

pensamiento guarida de impuesto inacabable

siempre siguiendo aquí, rotando en cada parte

dibujándote en gris, sin embargo anhelarte

que fácil es sentir, qué difícil amarte.

No tiene espejo la luna

No tiene espejo la luna,

para reflejar tu cara,

por eso huye, sin duda,

cuando asoma la mañana.

Se cela de tu figura,

dibujada en la ventana,

de tu bonita postura,

y de tu porte de hada

No tiene espejo la luna,

para reflejar tu cara,

y es que sueña con perderse

en tu mirada tan clara

No tiene espejo, no tiene

y  yo no tengo ni calma,

cuando te recorro ausente,

en un sueño que desgarra,

este amor que se presenta,

cada noche y cada alba.

No tiene espejo la luna,

para dibujar tu cara,

fuente de mis desventuras

cuando dudo si me amas