Sigo con mi serie de poemas dedicados a grandes poetas. Este poema está escrito pensando en los maravillosos versos de Octavio Paz.
El viento es aire, siempre de viaje,
agreste y demandando tu oleaje
Desbocando las riendas, carruaje
del grito desvanecido del paisaje
Quien pudiera versarte como nadie
Quien pudiera ser rosa y también aire
Yo también callo en grito,
sedienta de tu espuma te recito,
entrelazando manos en la nada…
Altos muros de agua, aguas blancas
Aguas enternecidas de palabra,
para dejarte un soplo de esperanza,
agua de sol, azul, en agua calma
el agua bendecida por el alma.