
Si no fuera poeta, quizá, dibujaría
un cielo bien repleto de nubes pasajeras,
esas que habitan el éxodo y destierro,
cuando las luces son pocas, tan distantes
y la noche es materia vacua y yerma.
Si fuera poeta, quizá, no escribiría
bajo el aroma del mes de crisantemo
porque todo está ahí para ser contemplado
sin más palabra indemne que la lluvia
descendiendo suave, enterneciendo
todas, aquellas, ellas, las pequeñas cosas.
Si no fuera poeta, quizá, no pensaría
en el pequeño rostro oculto tras las lunas,
ni amasaría su mezcla, como una madre,
para recomponerlo de nuevo triunfante
sobre las descendencias de la tierra.
Sin duda, si yo fuera poeta no diría
que las hojas de otoño son esferas
que desprenden palabras al oído
cada vez que tropiezan en el suelo.
Cada vez que se elevan revoltosas
jugando a tener alas con el viento.
Si no fuera poeta, quizá, yo no diría,
que en este antagonismo a primavera
retomo la energía de tus ojos
para volverte a ver sin que lo notes.
Excelentes versos, Pilar.
Fuerte abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias!!!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Maravilloso poema, un gran gusto leerte.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias. Un honor que te guste
Me gustaMe gusta