Youtuber

El lenguaje de tus manos

milimétricamente calculado

un mudra de balance,

para que mis ojos avisten confianza

bajo tu voz pausada.

Sé que mientes

y que esta mentira es caudalosa

pues atrae tu abundancia

para el despropósito

de los ingenuos que te siguen.

Dices tener secretos revelados

un ático en el pensamiento mágico

y decenas de libros a la venta.

Que has leído a los sabios

te has dejado empapar del pulso de grimorios

y eres capaz de acometer cualquier empresa

con la confianza de la ley de la atracción.

En el mundo de las redes, hoy diríamos,

que el video como el papel todo lo aguanta…

Llego a pensar que crees tu propia mentira.

Que tú crees gozar del secreto cuando induces

que vengan hacia ti para alimento

de la savia que corre por tus venas

como sello de luz.

Y otros vendrán en mi nombre y a muchos engañarán.

La razón es bastante traicionera

cuando se aferra a la emoción

no te quito mérito,

pero sé que mientes.

No, no hay secreto, al menos de esa forma.

Solo hay vida

que caprichosamente se disuelve

entre el océano de los verbos.

Y cuando llaman los días turbulentos

no hay puñado de sal ni hilo mágico,

ni siquiera los versos tendidos de los salmos,

que pueda frenar el poniente en un instante.

El equilibrio es una complicada, pero sana síntesis

entre dejarse fluir pese a lo incómodo

y tomar las riendas cuando la tormenta

deja de rasgar la tela de tu vela.

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No digo fantasía cuando

   

No digo fantasía cuando

observo la imagen de una herida

ni la de una mujer desvanecida

    en las aguas esmeraldas y profundas.

    Tampoco un delirante déspota

ni un espíritu gris ni un alma en pena.

     Porque esas imágenes son solo los miedos

     que encasilla el subconsciente a su medida.

    

  Fantasía es el aire en un día cálido

      un océano de abrazos y la música

      que orquesta todos los atardeceres.

      Es bosque de besos, de esos besos

      que deja la palabra confianza.

     

  No imagino esos ancestrales miedos

       pues cada vez que los nombran se renacen

quedándose pegados a los ojos.

Y para mi imaginar la fantasía

es romper las cadenas de los sueños

abrir las puertas a la intuición más pura

para rellenarme desde dentro.

El lugar del deseo y la palabra

que cada vez que se nombra se te acerca.

Terapeuta

¿El éxito que buscas es realmente lo que quieres? ¿En cuánto dependes de lo que te han dicho que debes ser o hacer? ¿Cuántas veces eso te ha llevado a la ansiedad? ¿Cuántas a hacerte daño buscando cualquier placebo en algo nocivo para ti? ¿Cuántas a querer huir, sin más, o desbordarte? Si buscas una fórmula mágica, no encontrarás más que tretas. Si quieres el código, te harás una persona conveniente. Pero en la inconveniencia esta el camino para tu auténtico propósito. Y eso no le gustará a los que se benefician de que las cosas sean así; no serás sumiso ni dominable. Pero por qué ha de importarte, es tu vida . Tú decides.

Escucha el cántico de los terapeutas, el que sostiene con la letra más pequeña y minúscula la paz interna.

Os comparto un poema sobre una visión más amable de la contemplación, buscando en esta actitud lo positivo que puede servirnos de herramienta, algo que no siempre, confieso, he comprendido.

TERAPEUTAS

No son héroes ni mártires.

Son aquellos

que aman la arena deslizándose,

como si no hubiera ningún sentido,

entre los dedos de sus manos.

Y observan detenidamente cómo

las partículas minúsculas

se pegan obstinadas a su piel

y sienten la caricia

del ligero viento que cabalga al este

en el amanecer de sus desiertos.

Ellos saben

que bajo un cesto de flores

las raíces se ocultan

desordenadas y ajenas

a la programación de su lenguaje.

Ellos conocen

que no es tan importante aprender el código,

ni siquiera dominar el algoritmo,

que pueda proyectarse en un espejo.

No anhelan saberlo.

Ignoran su existencia y desde su olvido

marcan otra pauta diferente,

alimentando esos brotes que silenciosamente

van generando brisa en el desorden.

Y es en ese momento cuando la arena

suavemente dibuja entre sus manos

las sincronías superiores.

Y no hay espejo, ni programa, ni caos.

Solo la naturaleza de la playa

y el habla sigilosa del océano.

Y son libres, pase lo que pase,

ocurra lo que ocurra,

pues ellos sostienen,

por sí mismos, cada instante.

No pocas veces admití no comprenderles,

¿Qué puede mejorar si no hay acción

en la contemplación más absoluta?

Más ahora entiendo

que no por solitario hay soledad

y que en sus cánticos enraíza el germen

que derroca al babel materialista

y al velo que todavía cubre

las oquedades de los poderosos.

Y en esa fortaleza que reside

en las trenzas de los nombres

se rellenan todos los espacios.

Nada hay más libre

que construir un cántico

con una sola letra diferente.

Preguntas

(En lo más pequeño hay una semilla del todo)

Preguntas y es mitad de la respuesta,

Quién hallará la luna entre sus ojos

Quién encontrará huella sin la resta

que imponen los senderos de despojos

de ese yo que se siente empobrecido.

Quién, encendida llama de la infancia,

hallará ese sonido enmudecido

y será uno, y aún más, en su sustancia.

Y quién podrá para sentirse vivo

Quién lavará su rostro blanquecino

en el fuego del verbo que en dativo

aventará su grano sin molino

para sentirse pleno y renacido

y no tenerse nunca por cautivo

porque libre será y fue bendecido.

Preguntas y es mitad de la respuesta,

la que reside en ti, donde se encuentra,

en la letra del nombre ya perdido

crecerá tu semilla en abundancia

ignorante de que ese es su sentido

y también alegría en su ganancia.

Letras para ti

(versión larga)

                  I

La palabra es como la mano de un ángel

y se hace piel humana en quien la sigue,

en aquel que recorre los designios,

de las doradas letras de su nombre.

Es ella quien te aparta, quien disipa

la atracción del vacío, el mensaje apocalíptico

en el juego imposible de los necios.

Es ella quien reverdece el arco iris

y apacigua los tonos del silencio.

Ella es generosa con los cuencos rotos,

amarillea y abraza sus grietas,

tomando forma de nube cristalina.

Y es ahí donde la palabra habita

con la pureza de un manantial

y en la fuerza de su correntía.

Quién la sigue y abraza, en ella encuentra,

el aroma que hace dulce su sendero

en las montañas de la noche.

Quién no encuentra acomodo, en ella halla

el bálsamo que regresa su mirada

bajo la enredadera de su rostro.

                   II

La palabra sana las heridas

las suaviza con el aceite de sus sílabas

Purga la viña y enardece de frutos

el verdor de su ramaje.

Ella, no te engañes, no precisa

presidir ejércitos asolados,

ni crecer en la sangre de los sacrificios

ni demostrar su fortaleza.

Ella no se reduce a un nombre,

no se visita en el espejo.

Habita en las llanuras de los rostros

sin importarle cómo le nominen.

Solo precisa que permitas

entrar en ti esa bendita ráfaga

y hará crecer en ti las mariposas

que con doradas alas enternecen

el corazón más duro.

Una melodía de amaneceres

que tiñen de celeste tus oídos,

en el alfabeto de sus mejillas.

Elegía al amor constante

versos encadenados en arte mayor.

Suenan palabras tristes, tan lejanas,

y un viento que las trae y las agita,

por no tenerte cerca estas mañanas

no siente el corazón ni resucita.

Hay tanto que decir, mi voz callada

arrecia yerma sombra que me quita

el agua de la fuente luce helada

sin rebrotar su verbo como palma

en una tierra lodada y anegada

no encuentra ni acomodo ni la calma.

Difícil ser consciente del abismo

y yo no pueda ofrecerte esta mi alma,

que todo por no ser sea lo mismo.

Es el averno más frio esta tu ausencia

y me derrumbo ante este cruel seísmo

con la llama prendida en la impaciencia.

Aun así, quiero ser la fortaleza

de la pasión que nace en inocencia,

yo creo firmemente en la belleza

que habita cual vergel en tus miradas

y se eleva grandiosa en su firmeza 

en las frescas, más puras madrugadas

para traerte a mí con un suspiro

de las rosas por ti ya enamoradas.

Blanca y celeste luz cuando te miro

tan valiente, cuán ferviente, cual tu eres,

y por lo que serás, que yo te admiro

y te amo, y te amaré por donde fueres.

Un soneto para ti

para desintoxicarme de la IA, escribo este soneto para ti.

Photo by Ardit Mbrati on Pexels.com

Esta mi vida es jardín que hoy florece

una rosa de amor y de esperanza,

el alma mía con su belleza alcanza

y con su aroma presta se enternece.

Su brillante color del que enriquece

y se recrea la vista en la semblanza,

en bella mano su anhelo de alianza

fugaz y tan profundo me parece

como esta rosa es por ti, amor tan puro,

eterno pretendiente hacia tu risa

que solo por amarte yo te juro

seré un verso sincero entre la brisa

sin más deseo que tú, yo en ti perduro

como rosa que crece en tu sonrisa