
Te asombras cuando te pregunto
con quién caminas.
Lo haces solo, respondes.
Te gusta recorrer las calles en silencio
observando el bullicio, la otra gente
que conversa o discute, que se ríe
o aquella que llora desde dentro.
Me dices que soy extraña cuando insisto,
entonces, si tú eres aquel que conversa, que discute
que se ríe y que llora desde dentro.
Aquel que imagina que camina solo.
La mirada es propia de tus ojos, tan propia, que no sabes con quién caminas