
Quiero momentos pequeños
en los que aparcar el tiempo
en el regazo de las olas.
Pero mentiría si dijera
que las cosas pequeñas son las únicas
que mueven mis sentidos.
Quiero momentos grandes, rompeolas,
el viento que al reloj pone de vuelta
desgobernando los minutos.
Quiero aquellos sencillos gestos
que hacen apacible mi regreso
y adornan el mensaje de futuro
con un bosque de besos.
Pero mentiría si dijera que me basta
con una ruta de pequeños pasos
o el débil sonido del café caliente.
Quiero saltar la ventana de los días
y empaparme del agua de la lluvia
la huella del fractal que nos conecte
quebrando las fronteras.
Quiero, sin duda, demasiado…
aunque confieso
que como todas
me aferro a los buenos momentos
y sueño….