Días inhóspitos

Hay días de fuego interno en los que la peor batalla la hemos de lidiar entre nosotros.

DÍAS INHÓSPITOS

Hay días que parecen una pausa,

en «stand by», un ya volveré

cayéndose las sílabas

sobre las esquinas de la puerta

cerradura echada, llaves puestas

reclamando una taza de café descafeinado

para recomponer nuestra memoria.

Hay días que terminan detenidos

en la jaula de las emociones

y son cerrojo amargo, golpe en seco

sobre las nubes que destronan

los barrotes que nos desdibujan

y a menudo nos vuelven invisibles.

Hay días que se aparcan

exprimidos

en abruptas razones de la mente.