
Mi mirada se hace tapiz
de colorido hilo,
un puerto cualquiera,
quizá, mejor, exótico,
donde el error generativo
multiplica las barcas
en mis manos.
La trampa es atraparse
festejar la alacena,
los lugares comunes,
donde todos tenemos
un trocito de invierno.
Por mucho que quiera
dibujarte un beso,
no es nada sencillo
cuando se pierde el alma
y se desnuda el sueño.