
No siempre es fácil
guardar el equilibrio
en un estanque de agua.
Hay un punto en el caos,
un torrente indisciplinado,
que permite
la sincronicidad de las mareas.
Todo está bien si despejamos
con mirada abierta el aguacero.

No siempre es fácil
guardar el equilibrio
en un estanque de agua.
Hay un punto en el caos,
un torrente indisciplinado,
que permite
la sincronicidad de las mareas.
Todo está bien si despejamos
con mirada abierta el aguacero.
Hay veces que me siento temblar
Inapreciable e invisible
sobre el extremo de una cuerda
indivisible con mis pies
No me caigo
sostenida en el sueño
El aliento del precipicio
provoca un escalofrío sobre mi nuca
la alerta del abismo
No tengo más cuerdas
Pesadilla