Dícese de aquella persona que alcanzada la edad adulta no ha madurado como correspondería.
Te crees que con la pluma fácil,
inventas el verbo de los días,
mensajes de click, pose volatil
emoticonos como mercadería,
Y pese a que los años van cobrando,
las arrugas del paso de la vida,
disimulas las trabas de tu llanto,
sin admitir lo que te faltaría,
esfuerzo, comprensión y la empatía
que traiga, de una vez, billete de partida
a la soberbia infantil que te domina