La coma asesina,
me despista, del verbo,
me desviste,
me ausenta,
sin masticar mis adjetivos.
Pero he encontrado un truco,
para enlazar las letras
sobre la ventana de tus besos.
Como un renacimiento,
impetuoso,
de mis identidades.
Por eso,
bésame,
hasta que se borren
todas mis ausencias.