Hay una luz prohibida,
acelerada,
desafiante a las reglas
y al sonido,
invadiendo
la estancia.
Una luz anómala,
viajante improvisada
de tu piel.
Una ráfaga de viento,
una caricia
en estado puro,
y renaciente
en el mirador de mis palabras.
El amor siempre encuentra un puente
para conversarse en las miradas
Cuando el cielo calla,
la luna observa,
la luz de tu ventana.