
La palabra,
parábola,
la que lanza, compara. La línea
parálela al discurrir
del tiempo y de los nombres
La palabra.
La que nace, sostiene, imagina, retiene,
la que surge, rebrota, navega, desciende,
la que enciende, sumerge, inunda, destrona.
Me atrae renombrar sus arquetipos,
quitarle el significado de sus letras,
para adivinarla dentro,
en su poder creativo
Y retomarla
purificada de toda ambivalencia,
no dejando hueco a las malditas.
Anulando la que es arma peligrosa,
la que destruye, difama, enroca, discute
la que incita la ira y la batalla
la que nace muerta,
la palabra maldita y maldiciente.
No pronuncies aquello
que no puedas mantener después de un siglo.
La palabra comienzo
el gran viaje,
entre las densidades de sus letras,
enredada madreselva intuitiva.
La palabra verbo.
Plantemos un árbol en medio del espíritu.
El retorno a los tronos ancestrales,
sin edulcorante de sus noches.
Destripar las palabras
escudriñar su aliento
de palaBRA
Y qué se haga la magia.
Voy a crear de la nada
mientras estoy hablando.