
amor
Versos

Y quién te dice a ti que el alma vuela
buscando claridad, la luz del día,
para no hallar su paz y la alegría,
y se afana en perder mi primavera.
La memoria no es ya cosa certera,
lamento compartirte, vida mía,
y otrora que tu elijas otra vida
olvidarás a aquella que tuvieras.
Será leyenda, pues, lo que tu viste,
en regresión no servirá el consuelo,
por aquello que fue y tú no fuiste.
Por eso amado mío, tu resiste
atrapa realidad en este suelo,
y no dejes aquello que rompiste.
Dame, amor, un beso en este duelo
apaga mi pasión por un instante,
y sean hoy tus brazos mis amantes,
recuerdo de sonrisas, lo primero.
Hagamos de lo nuestro, nuestro cielo,
no me seas tan terco y tan pedante,
yo no quiero promesas tan distantes,
ni esas transcendencias de alto vuelo.
Quiero abrazos pegados a los míos,
tus labios en mis labios y la risa
por compartir la tarta y el abrigo
no poderte decir que tengo prisa
porque tú serás ya mi desvarío
por encima del aire y de la brisa.
Y si digo

Y si te digo que tus ojos son como esmeraldas
despertando a la luna,
me dirás que te hago una metáfora,
no muy realista
porque tus ojos son del color de la miel
y les duele la noche.
Nuestras oscuridades son un campo de batalla
y no tenemos gafas de visión nocturna.
Quise encargar en Amazon una lámpara azul
pero informan que el producto está descatalogado.
Quizá podamos vernos
en la estantería de los libros prohibidos,
único lugar en el que encuentro
el código secreto para hablarte.
Es duro comprenderte, mi adversario,
ese incombustible antagonista,
que no teme a la luz.
Siempre fantaseo
que existe un lugar como refugio
de los buenos momentos
y que algún día hallaremos un motivo
para descorchar los sentimientos
y sentir como la pasión recorre
todos los segundos de mi tiempo.
Fuera de mí. Dentro de mí.
Arriba y abajo.
Una palabra puente,
para transmutarnos
entre las luminarias de diciembre.
Y si te digo que tus ojos son la miel serena
que despierta el sabor de tus abrazos,
me dirás que es una metáfora
y no muy realista,
porque tus ojos a veces son tan verdes
que se pierden
en las profundidades de tu bosque.
Y es así, mi adversario, que entenderte
supone enfrentarse a mis silencios.
De esta historia hay que salir indemne
para no repetirla en otra vida.
Aunque si fuera así, también confieso,
que quizá tus besos
calmarían la sed de mi sonrisa.
De amor quiero hablarte

Esta noche va de amor,
quizá de un beso furtivo, ese deseo
en el brillo de mis ojos
y que quiere reflejarse entre los tuyos.
Esta noche va de amor,
porque de amor quiero hablarte.
Muchas veces no me salen las palabras,
otras quizá me salen en exceso,
pero, aunque no lo diga,
siempre tengo un te quiero escondido
entre mis labios.
Un te quiero que es te amo
escrito con mayúsculas.
Ese te amo en toda circunstancia,
cuando nos besamos
y cuando nos odiamos.
Te amo también cuando no te amo
y me temo no dejaré de amarte
ninguno de los días de mi vida.
Surrealidades

Me pregunté soñando si podía
transformar la palabra en una puerta.
Y vi un lugar sin techo, con dos soles,
dos sillas, una estancia que desierta,
parecía ocuparse por las nubes
de este invierno tan gris y sin aliento.
Era mañana, blanca, abierta al día.
El silencio era música y mis manos
en baile improvisado, eran ventanas.
Una mujer cantaba sobre una caracola,
el bosque era frondoso. Se hizo noche oscura,
dos círculos inmensos juntaban sus dominios
y en esa intersección de los espacios,
hallé este verso huido y pasajero
del mundo de los sueños y los soles:
Si las palabras pudieran transformarse
en esta irrealidad que sobrecoge,
escribiría, amor,
todas las letras de tu nombre
para poder sentirte aquí conmigo.
Un amplio bosque con velas encendidas

Me despierto y no sueño,
pero veo despierta,
un amplio bosque con velas encendidas
y el horizonte abierto, un horizonte guía
sin eco que le estorbe,
sin ruido que ensordezca esta su alegoría.
Llega el otoño azul, permutando veranos
y el viento del oeste aplaca su cordura,
un segundo regalo para quien aprisiona
los secretos más claros del árbol de la vida.
Te veo caminando por senderos de hierba,
tocando tierra firme,
ya es hora de hacer puerto
y mirar a la costa con aroma de invierno,
desatando los besos que quedaron guardados
en el fruto salvaje de esta bienvenida.
Bienvenido a este reino,
ausente de relojes,
donde los pájaros
crecen
más allá de las jaulas
y siempre existe un día
repleto de festejos.
Bienvenido a este reino,
ajeno a las coronas,
sin monarca ni mago,
ni cavernas oscuras,
donde tus manos
simplemente
reinan
sobre todo afluente de la luna.
Sin números ni arcanos,
sin palabra perdida,
nada más que tus ojos
llamando al mediodía.
La danza de los nombres,
la manzana prohibida
en un cesto repleto
de arándonos y lilas.
Me despierto y no sueño,
pero he visto despierta,
un amplio bosque con velas encendidas.
No todo es fantasía

No todo es fantasía
en las palabras secretas,
ni toda realidad es verdadera,
la nada tiene forma
de luna pasajera
y el cielo calla cosas
en toda primavera.
La oscuridad alumbra
desde su vez primera
los blancos más bonitos
sobre la noche nueva.
No todo es fantasía,
porque tu boca es verde
como la hierba fresca,
tu mirada es tan blanca
que se expande y expresa,
los paisajes azules
de amapolas y fresas
El cielo sabe a rosa
cuando esconde las copas
del árbol centenario
que habitan nuestras hojas.
No todo es fantasía,
porque tu piel es verbo,
tus manos recorrido
del mapa de mis ojos,
desarmando el misterio
con incienso de lirio
y aroma de desierto
de naranjas y rojos.
Y los dos somos uno,
tal vez, “algunas veces”
cuando las olas bajan
espuma violeta
y la aurora se alza
con sus luces repleta.
No todo es fantasía.
el silencio de nubes,
la conjunción que une.
Los números son versos,
la música, los vientos
y las letras espejos.
Espejos de colores
que me alcanzan tus brazos
en paisajes sin tiempo.
No todo es fantasía,
porque tu boca es verde…
Compás del viento
Déjame agarrar tu mano,
unirme a tus pensamientos,
abarrotando tus besos,
desbaratando tu aliento,
Inigualable cual verso
que se apaga y que se enciende
que se enerva, que comprende
y deja sin argumento
A todo lo que yo siento
Y es que es rojo este silencio
y son dulces los cimientos
de los besos que aquel día
me dejaron escondida
una flor en la cortina
y el aroma de tu aliento.
Voy imaginando el cielo
en cada compás del viento
para regalarte un trozo
por cada vez que te tengo
entretejido a mis ojos,
calando mi pensamiento
que retoma, que resurge
en la barrera del tiempo
Y quién quiere serlo todo,
cuando puede ser beso,
que se quede muy pegado
como la piel al deseo
a todo lo que yo quiero
en cada compás del viento
Perfume
Hoy la casa es lavanda, mar de flores,
sobre la balaustrada de mis ojos.
Has perfumado el pasillo,
y todo huele a ti:
el armario, la estancia, la terraza,
la esperanza, la brisa, ese silencio,
la escalera, la silla, las palabras,
los rincones del patio y las ventanas
llamando a mediodía entre los besos
Tienes esa especial habilidad,
de perfumar mi espacio con promesas,
ese olor de lavanda que recoge
la esperanza en los techos y las tejas.
Haces de las farolas, girasoles,
de los amaneceres, parasoles,
de la noche un campo de amapolas,
de gardenias, de lirios de colores,
de jazmín, tulipanes y de rosas.
Has perfumado el pasillo,
y todo huele a ti.