
Tu mente descifra un código
sobre un paisaje incoherente
por eso cuando no le miras,
la luz tropieza entre sus partículas,
modificando las imágenes
que te has de encontrar a tu venida.
Una proyección imaginaria
editando tus planos.
Tu mente descifra un código
sobre un paisaje incoherente
por eso cuando no le miras,
la luz tropieza entre sus partículas,
modificando las imágenes
que te has de encontrar a tu venida.
Una proyección imaginaria
editando tus planos.
La lluvia parece querer romper los cristales
y sin embargo tú, abres tus ojos a la luz, sonriéndome-
Me aferro a tus pequeñas manos envejecidas
preguntándote por qué piensas que es sencilla la vida,
mientras transformas mi tiempo en crucigrama.
Extiendes una pequeña tela de colores
pero es tu tacto el que entrelaza sensaciones. Ese tacto
que huele a hierba y a tostadas con mermelada de ciruela
ese tacto de abrazos
Permaneciendo en tu aroma
como en un sueño consciente me detengo, observándote
cuando, curiosamente, un soplo de viento sacude la ventana
recordándome que hace más de diez años que me faltas.
Las gafas tienen cristales azules.
Todo es azul o lo veo azul.
¿Y si me quitara las gafas
y no hubiera experimentado otra cosa?
¿Trataría de verlo azul?
¿Lo vería todo azul?
¿Me turbaría ver los colores?
Eso es por lo que la razón, por si sola, puede no ser suficiente.
Yo misma quizás sería azul a los ojos de un hombre con gafas azules.
Duda:
Pero yo puedo tener unos cristales amarillos o quizás verdes,
y ver amarillo o verde al hombre de azul
Todo prisma desdibuja lo percibido
Eso es por lo que la experiencia, a veces, es confusa e insuficiente
y el conocimiento es más relativo de lo que pensamos.
Aserto
Sólo sé lo que no es. Lo que descarto.