Cuando la mirada huye
cabizbaja y cuesta arriba
destronando los aludes
en ventiscas sin esquelas
es que llora y se lamenta
por aquel amor que fuera
cuando sus ojos de fuego
troquelaban cualquier cuenta
Y dónde se fue, preguntas
aquella mirada nueva
Dónde mueren elefantes
Dónde el marfil de tu puerta
se despide de la noche
conjugando duelo y fuerza
Donde, yo te respondo
siempre hay llama
aunque mintiera
siempre hay un algo
escondido que no se va
y que se queda