
Esa boina morada que tú portas
y el cabello azabache que se asoma
que ni el viento de abril su rizo doma
a todas las miradas deja absortas
Como el color que ciñe tu cintura
y que tu esbelto talle así lo ensalza
lleva el añil del mar que en ti perdura
y el rojo que en tus labios se realza.
Estás bella, amiga, más que bella
rebosante de la vida que rebrota
y en tus ojos habita y abarrota.
esa amistad de antiguo que nos sella.
Llevas una corona de princesa
las manos de una madre tejedora
de sueños y palabras al oído.
Los tonos de magia que atraviesa
esa mujer valiente y hacedora
de justicia y aplomo comedido.
Esa mujer sencilla y complicada
a la que admiro y me tiene como amiga
es en realidad como una hermana
tan pura como el mar, reconciliada
con toda la verdad que al sol abriga,
la que con su palabra todo sana.








