¿Cuántas motocicletas necesitas?

Me sentía atrapada en un túnel

era pequeño, veía la salida

podía a caminar hasta alcanzarla

y sin embargo, dudaba

pensaba,

puede estar bien permanecer sentada en este asfalto

no es mucha cosa, es un lugar inhóspito, pero…

pudiera ser que a la salida no encontrase un asfalto mejor

dudaba

si quedarme observando el tenue gris de sus paredes

pudiera ser que ahí fuera no existiera  ese color

dudaba

si quedarme pegada a la humedad de sus paramentos

pudiera ser que todo habitáculo exterior fuera también húmedo

Por eso, aunque el túnel es pequeño y veía la salida

me sentía atrapada

Los tentáculos de mi cerebro no me dejaban revolucionar

hasta que el ruido de una motocicleta me obligó a levantarme

Comprendí que la carretera no era el mejor lugar para sentarse

y en ese momento caminé hacia la salida

y sabeis, no solo había asfalto sino dulce hierba, arena, piedras

no solo había gris, sino rojo, azul, verde, violeta

y no había solo humedad, sino sol, intenso sol y nubes

Me pare un instante  y pensé

cuántas motocicletas necesitamos

para concedernos el derecho a seguir viviendo

Sal del tunel.

 

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Profecía

                     El uso controlado de los datos es un reto para la sociedad del siglo XXI.  La teconología es un avance positivo y la gestión de datos masivos será, sin duda, valiosa, para la ciencia, la medicina, para el progreso social, educativo y económico,  pero queda en nuestras manos concienciarnos en la importancia de que su uso no lo sea al servicio del mal, de la dominación o de la restricción de libertades.

                 Este poema pretende reflexionar sobre ello,

Profecía

Será un otoño demasiado caluroso

quemará la tierra

los iniciados se agolpan

entre las columnas del templo

los nervios se apoderan de sus frentes

Hoy podrán ver la gran roseta

ese honor concedido

el gran oráculo

aquel que todo responde

aquel que todo sugiere

aquel que piensa

lo que no pensamos

Big data, Big data

corean en un mantra

de vibraciones agudas

big data, big data,

oh gran oráculo

No hay dios sobre la tierra

solo los mendigos no tienen ubicación

Veo un niño, tras el dintel de la puerta

intentando apagar su móvil

No lo sueñes, le diré, aunque lo apagues

el gran disco tiene nodrizas satélite

no dejará de saber de tí

lo que compras,

la nota de tu examen

incluso si tu madre busca en google

como educar un hijo.

Pero esta escrito

que un día vendrá un niño

con su ejército de mendigos

y elevándose sobre los hombres

acabará con la impostada roseta

No habrá red

En este momento me daré cuenta

que, quizás, el día de la primera conciencia

podría llegar antes de tiempo

 

Mujer sola

A veces las sociedades presionan, nos imponen corsés. Frente a esos corsés, este poema.

MUJER SOLA

Sobre un campo de lavanda,

eres el iris púrpura,

la clave en fa y la melodía

que detiene la noche entre los días,

danzando por la vida.

Mujer, solo, mujer, a solas,

recostada entre las flores,

paseante de sueños,

mujer sola,

plena en el eclipse de tus lunas.

Los versos más bonitos

Tus ojos, en llamas

lágrimas pegadas al desconcierto

trozos de lamento entre dientes

esa herida que rebrota y cruje

reptando para no sangrar

ese dolor atado a la angustia

se transforma

cuando das la vuelta a esos cojines viejos del salón

y observas aquel pequeño dibujo

te acuerdas, lo dibujaste, hace tanto

una margarita,  pequeña flor de acrílico oráculo

Si, no, si, no, si, no, si…quizás no

y comienza a rebrotar aquella planta que regaste ayer

sus hojas son tan verdes que parecen quererte hablar

si, no, si, no, si ,no…quizás sí

Ya no necesitas más tiza para preguntarte

porque ya no necesitas ni la pregunta ni la respuesta

Eres tú suficiente,

para secarte esas lágrimas

y cantar, y bailar, y cantar, bailar hasta que la luna

descanse sobre el sol de marzo

sobre este sol que algún día será puente entre nosotros

Tus ojos son los versos más bonitos que yo he visto

Mujer Sirena. Reina de las mareas

Para amarte

Visité las nubes de tus ojos

Compartí cicatrices, desencuentros

revolviendo tiempos, asumiendo asertos

amurallando el viento del despojo

Para amarte,

Pretendí respirar en superficie

Y me jugué todos los créditos

todos los comodines del silencio

por no decir aquello no que no dije

Para amarte,

Devolví las notificaciones de despecho

apostando en todos los recuentos

e intenté dar cobijo a las baldosas

de tu viejo cuarto de dinteles grises

Y ahora que

tú decides impasible

que no hay nada que hablar

que es tal vez el destino o  la marea

la que al final nos lleva

y no hay timón para guiar

No lamento la batalla ni la suerte

ni el desamor, ni el destiempo, ni la herida

Me siento poderosa

en el fondo,

todo ese esfuerzo

me ha hecho fuerte

Guerrera

Estratega

Libre.

 

 

Aquello que me rasga

Desde la maestría del silencio, a su ausencia. Cuando todo se cae. En ese estado, cuando todo retumba.

 

Es pensamiento hiriente que me rasga

impulso equidistante a la materia

hay que actuar me dice, o no lo hagas

resuelve o no resuelve este dilema

me aturde y me arremete sin que quiera

en negro hollín de furia pasajera

en lodos de la ira o la quimera

que brota absurda en cada torpe idea

angustia, ausencia, azar en teorema

prisionero en dolor en mi poema

 

Quien pudiera cambiar, quien lo pudiera

volver, quizás, a amar como si fuera

una historia al revés, la vez primera

y volverte a mirar con alma nueva

 

Cuestióname

                Vivimos en una sociedad que teme a la cuestión, tiene miedo que se pongan en duda sus premisas y por ello califica negativamente lo que resulta contestatario o rebelde. Esta misma sociedad, paradójicamente, parece no importarle que se justifique la imposición por la fuerza de lo que ha asumido como premisa. Todos comprendemos que la sociedad ha de regirse por unas normas y tener unos límites básicos. No me refiero a esto, me refiero a las presiones, las imposiciones sociales, de grupo, el odio a lo diferente. Recordemos que bajo la afirmación de hacer un bien se han cometido grandes males.

        Cuestióname

No sigas mis pasos

Sin hacerlo

Cuestióname, discrepa

Transmíteme argumentos

Interrógame, pregunta

Se vehemente en la defensa de lo que piensas

Exprésate, no te limites

No te creas las conclusiones que ofrezco

Y cuando alcances el convencimiento

Entonces simplemente acompáñame

Pero nunca trates  de imponerme ni imponerte

Pues es el miedo el que se impone

Pero la autoridad se gana.

Ayer en tus ojos

Ayer en tus ojos yo,  vi aquel niño

que se levantaba comiéndose el día

en ímpetu luz y pura energía

subiendo a los árboles cien alegorías

de héroes, valientes, piratas y guías,

portando en la mano la vela encendida,

que escribe las notas de una nueva vida

 

Ayer en tus ojos yo, vi aquel niño

esbozando en gris la tenue sonrisa

y maldije a quien, con temor y duda

quebró aquellos sueños que tanto querías

miedos derretidos a la palma oscura

de mano cruel en sombra deriva

 

Vente aquí a la luz

que nacen los días

Renace al amor

No hay nada que impida

Resurgir al sol

Derretir la ira

Cambiar la canción

Esto es poesía

 

 

Un ser que se hiere por seguir sintiendo

Dolor que se hiere por seguir sintiendo

y es todo un vacío, un hueco en el cuerpo

preso de un latido,  quemado entre duelos

buscando un sentido, allá y aquí mismo,

retorno y reflejo , hiriente, maldito

 

Un ser que se hiere por seguir sintiendo

se encuentra silente ante el laberinto

errante y errado,  mas siempre distinto

concentrado en sí, angustiado, herido

 

 

Cuando el ser se hiere, por seguir sintiendo

aplaca el dolor, detente un momento…

Trascendiendo al sol, tan lejos y externo,

tiene todo un ritmo que rompe el silencio

Escúchalo, escúchate, comprende su texto:

No hay plan ni destino que no sea un reto

futuro entregado en un blanco lienzo