Surrealidades

Me pregunté soñando si podía

transformar la palabra en una puerta.

Y vi un lugar sin techo, con dos soles,

dos sillas, una estancia que desierta,

parecía ocuparse por las nubes

de este invierno tan gris y sin aliento.

Era mañana, blanca, abierta al día.

El silencio era música y mis manos

en baile improvisado, eran ventanas.

Una mujer cantaba sobre una caracola,

el bosque era frondoso. Se hizo noche oscura,

dos círculos inmensos juntaban sus dominios

y en esa intersección de los espacios,

hallé este verso huido y pasajero

del mundo de los sueños y los soles:

Si las palabras pudieran transformarse

en esta irrealidad que sobrecoge,

escribiría, amor,

todas las letras de tu nombre

para poder sentirte aquí conmigo.

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Mírame

A veces todo es un bucle.

un periplo

sin cauce,

la pantalla en negro,

de bloqueo,

la falta de las guías, la membrana,

en la que asirte a mis sonrisas.

 

Hubo un tiempo que el suelo,

tenía estrellas brillantes

y saltábamos,

dándoles bienvenida.

 

No sé en qué momento perdí la cuenta

de las lecciones desaprendidas,

ni cuándo perdimos el ángel

que velaba tus sueños,

pero por lo que más quieras,

mírame,

mírame ahora, desde lo más dentro,

y tal vez, así, pudiéramos

construir una fuente

para recibir el arco iris.

 

 

Desconocidos

Él seguía su rutina,

sofá de sábado,

periódico sobre la lata de cerveza

dormitando,

un oasis de palmeras,

el desierto de sus caderas

y aquellos ojos inmensos apaisajando

todas las tardes.

 

A ella le gustaba el silencio,

dibujar paisajes sobre los cristales empañados,

imaginando,

esos labios cálidos que perviven

como mundo paralelo,

sobre la monotonía…

 

 

Él y ella,

no se conocen,

quizás nunca lo harán

y sin embargo,

se visitan en sueños

 

Reflexiones al borde del pijama. Hoy va de Diosas

           Hoy mi hija me decía cuánto le gustaba el nombre de Dana. Yo asentía, es un nombre precioso, pero se está popularizando como nombre para mascotas, y eso me molesta. No hay que discriminar a los animalitos, pero…la diosa de la luz y de la vida… ¿No os parece excesivo? ¿Y si hago un post de esto? ¿Es arriesgado? Mientras no lo hagas en Twitter, puede que no, me aconsejó Pilar. Se lanzarán contra mí un montón de defensores de las mascotas diciéndome que no soy nadie para prohibir un nombre para un animal. Y cierto, no puedo prohibirlo, pero lo protesto. Dana no es solo la diosa madre, de la luz y de la tierra, sino de los ríos, los lagos, la magia. Protege la literatura, es capaz de interconectar a su estirpe y puede hablarte a través de los sueños y ayudarte a que se realicen. Mucho para una Diosa, demasiado.

            Y claro que es demasiado. Leyendo más sobre las múltiples cualidades divinas de nuestra querida Dana, su secreto es que delega, encomendando a otras Diosas también esta tarea. Tras varios cálculos alquímicos, la que se ocupa de mis sueños es Deva, la diosa de las emociones, mi reina de las mareas. No podía ser otra.

            Deva y Navia, en la raíz más profunda de esta Europa, todavía ceden su nombre a dos ríos. Deva, origen y madre cántabra de luz, y Navia, tutelando en origen los ríos galaicos.

       Ya muchos diréis que eso del indoeuropeo es una inexistente fantasía y una tremenda bobada…Lástima, os falta una Diosa que os susurre en los sueños. Ahí os mando una.  Buen sueño a todos.

Nunca es tarde

Allá en el lugar a donde  van los sueños,

se encuentra aquel  tú  tuviste un día

¿Recuerdas? Se repetía,

en todas las tardes nuevas de tu infancia

y te sentía…

feliz imaginando cada historia que contabas

sobre las ramas de los árboles,

grabando las palabras,

como conjuro de ventura y realidades.

 

Eras aquel actor que exprime el tiempo salvaje,

aquel que no rinde cuentas al oráculo,

libre de cualquier ruta de viaje

sin rumbo definido en cada paso incierto.

 

 

Allá en aquel lugar a donde van los sueños

Se encuentra áquel, si, tu sueño

yo ya lo recuerdo:

Alzar los ojos y a pulmón abierto,

sentirse pleno sobre cualquier desierto,

Volar, soñar, seguir al fin al cabo y no rendirse,

Vivir infinitivo, marcado y siempre nuestro

 

Allá en aquel lugar donde se van los sueños,

Existe todavía,

Aquella caja de metal  que lleva tu nombre

Y aunque quizás hayas perdido la llave

No importa…

hoy te la traigo, subliminalmente en este verso

Agítala y deja que se expanda el cofre de deseos

Si olvidas tu miedo

nunca es tarde

para cumplir aquello que queremos

 

 

Tu torque mágico

Hoy no quiero hablar de naufragios

ni recoger las velas sentimientos

en contraluces de pimienta y sol

Hoy quiero regalarte un torque

el torque más mágico que hayas visto

para que sueño en mano, suspiro en aire

puedas volar desde las nubes de tus ojos

alzándote entre los árboles sin miedo

un torque mágico

para que te abrace en las noches de frio

y sea caracola que en sonido

comparta su sentido con el mio

 

 

Ayer en tus ojos

Ayer en tus ojos yo,  vi aquel niño

que se levantaba comiéndose el día

en ímpetu luz y pura energía

subiendo a los árboles cien alegorías

de héroes, valientes, piratas y guías,

portando en la mano la vela encendida,

que escribe las notas de una nueva vida

 

Ayer en tus ojos yo, vi aquel niño

esbozando en gris la tenue sonrisa

y maldije a quien, con temor y duda

quebró aquellos sueños que tanto querías

miedos derretidos a la palma oscura

de mano cruel en sombra deriva

 

Vente aquí a la luz

que nacen los días

Renace al amor

No hay nada que impida

Resurgir al sol

Derretir la ira

Cambiar la canción

Esto es poesía