
Me pregunté soñando si podía
transformar la palabra en una puerta.
Y vi un lugar sin techo, con dos soles,
dos sillas, una estancia que desierta,
parecía ocuparse por las nubes
de este invierno tan gris y sin aliento.
Era mañana, blanca, abierta al día.
El silencio era música y mis manos
en baile improvisado, eran ventanas.
Una mujer cantaba sobre una caracola,
el bosque era frondoso. Se hizo noche oscura,
dos círculos inmensos juntaban sus dominios
y en esa intersección de los espacios,
hallé este verso huido y pasajero
del mundo de los sueños y los soles:
Si las palabras pudieran transformarse
en esta irrealidad que sobrecoge,
escribiría, amor,
todas las letras de tu nombre
para poder sentirte aquí conmigo.
Me ha emocionado muchisimo
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Gracias guapísima
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