Mi infancia lleva nombre de mujer
Matriarcas, mujeres de mi tierra,
cada pliegue de su cuerpo recuerda una batalla
Las amplitudes de sus senos la generosidad del alimento
Madre y tierra, siempre germen, siempre renaciente
Guerrera y amazona entre la niebla de mi Galicia mágica
y a la vez tan dulce, tan tierna, tan sonriente,
Generadora y proveedora
El porte de una diosa
siempre erguida.