Es noche de Reyes. Este poema va dedicado especialmente a un amigo que se encuentra privado de la compañía de su hijo, a los niños víctimas, siempre víctimas de estas situaciones, y con ello a todos los padres/ y madres/ que sufren la ausencia de sus hijos.
Desgarrado de ti
Alienado, atado
a una fotografía gastada por tanto mirarla
Impotente
por no tenerte
por no encontrarte
por no poder gritarte, ven aquí, mi pequeña, mi pequeño
Enfadado, furioso, atormentado, desgastado
Muy desgastado
A veces pienso que mi corazón se está convirtiendo en una piedra
por tanto sentir, por tanto huir cada noche de un mismo pensamiento
por tanto querer vivir sin poder hacerlo
por tanto resurgir una y otra vez buscándote, perdiéndote, llorándote
Desgarrado de ti
Invisible, olvidado, ausente
Perdido en algún recuerdo de tu vida
Mil veces pienso que tú me puedes sentir
que allá donde tú estés me conoces y me oyes en tus sueños
Y que sabes que tu padre está contigo siempre
Me envuelvo en esta esperanza
Desgarrado de ti,
Desgastado
Esperanzado al menos por momentos
Te recuerdo cada día, cada tarde
En esta noche de Reyes
recibe todos mis besos
anhelando recibir los tuyos como mejor regalo
pues aunque sea así, imaginariamente,
yo estoy contigo y tú estás conmigo
y siempre habrá, allá donde estés, algún abrazo escondido
en cada paso que das, en cada palabra que escribes
porque el amor siempre infinito
abre todas las fronteras del tiempo y del espacio
para que llegue a tus oidos un te quiero
tu padre siempre