Cuando vivimos con nuestro propio verdugo y la relación no es sana se inicia un camino de sufrimiento, un bucle permanente de espacios de calma y dolor, del cual es muy difícil salir. He intentado ponerme en el lugar de las personas que han sufrido maltrato, para dedicarles este poema.
Tú eres realmente valiosa
Cuántas veces me negué, cuántas
encogí los hombros para caminar invisible
mirando hacia el suelo,
contando bordillos para poder llegar sin lastimarme
cuántas veces miré con esos ojos- herida
clamando un rescate de mi angustia
Rescate imposible porque yo
seguía ahogándome con mis propias manos
En el mismo sitio, en la misma baldosa
cada vez más fría y más rota
Cuantas veces me escondí
Y aprendí a tener un rincón secreto para mis sueños
Dentro de una caja de cartón
Cuantas veces volteé una y otra vez una moneda
preguntándole al oráculo la salida
Perdí la alegría, la empatía, las ganas
Y dejé de contar las fases de la luna
Como una hormiga diminuta
No queriéndome ver, ni sentir
Pero una voz dijo BASTA
Basta de mendigar un buen trato,
Basta de arrastrar los pies por las aceras
Basta de ver pasar la vida sin vivir
Y me hice fuerte, me hice valiente
Al fin y al cabo, ya nada tenía que perder
Ya estaba muy abajo
Ya precisaba supervivir
y subí los peldaños de cinco en cinco
para llegar a las murallas y respirar
Y me hice libre,
para bajar y subir las escaleras a mi antojo
Para equivocarme con la talla de los zapatos
y poderme reír,
Reír hasta el amanecer
Por esto ahora yo estoy aquí
para enseñarte que se puede abrir la puerta
para acompañarte en tu subida
para consolarte en tus caídas
y para pedirte que no permitas más que te maltrate.
porque solo una lágrima tuya vale más que cien mil palabras de perdón
porque tú mujer de las mil lunas
Eres realmente valiosa.