No decirlo todo, no comunicar todas las impresiones que se nos pasen por la cabeza, es un valor a meditar. Supone una maestría ser capaz de no decirlo todo y dejar que las sensaciones nos invadan.
No lo digas todo
Deja que el silencio haga sus veces
Y vaya señalando la respuesta
Deja que te atraque con besos
que te aturda con caricias
y dando a las horas sonrisas
dibuje el tiempo sin prisa
en las ventanas más nuestras
No lo digas todo
si hemos de amarnos durante muchas vidas
durante muchas lunas y estaciones
cada tarde en el fuego que se aviva
para acrecer los soles del invierno
pues si ha de existir un lugar que permanezca
suspendido en nuestras sensaciones
todo lo que ha de venir, lo que acontezca
No hace falta anunciarlo
Para que así suceda