Allá en el lugar a donde van los sueños,
se encuentra aquel tú tuviste un día
¿Recuerdas? Se repetía,
en todas las tardes nuevas de tu infancia
y te sentía…
feliz imaginando cada historia que contabas
sobre las ramas de los árboles,
grabando las palabras,
como conjuro de ventura y realidades.
Eras aquel actor que exprime el tiempo salvaje,
aquel que no rinde cuentas al oráculo,
libre de cualquier ruta de viaje
sin rumbo definido en cada paso incierto.
Allá en aquel lugar a donde van los sueños
Se encuentra áquel, si, tu sueño
yo ya lo recuerdo:
Alzar los ojos y a pulmón abierto,
sentirse pleno sobre cualquier desierto,
Volar, soñar, seguir al fin al cabo y no rendirse,
Vivir infinitivo, marcado y siempre nuestro
Allá en aquel lugar donde se van los sueños,
Existe todavía,
Aquella caja de metal que lleva tu nombre
Y aunque quizás hayas perdido la llave
No importa…
hoy te la traigo, subliminalmente en este verso
Agítala y deja que se expanda el cofre de deseos
Si olvidas tu miedo
nunca es tarde
para cumplir aquello que queremos