Golpea el orgullo la franja de la impaciencia
la delimitación de tus fronteras
demandando la propiedad de sus besos
Golpea orgullo al amor en solo un gesto
como trueque de un brebaje intoxicado
por querer ser norte, sur, espacio, huella y este
derrotando la luz de su cintura
Golpea tu orgullo cuando ya ni puedes
vestir un recortable de sus pensamientos
porque nada se debe y nada se encuentra
en el imperio agonizante del reclamo
otrora reivindicante fatuo
de lunas impenitentes de verano