
Todo sucede,
al mismo tiempo,….
y nada pasa,
en los múltiples versos
sin palabra.
Él guarda las llaves,
doblega este marcaje,
para que el reloj,
gregoriano,
cuente las horas
delimitando la noche.
Quizá no sea tan bendito
como tu razón propone.
Ángel o demonio
en las multiplicaciones
de su etéreo nombre.
Todo pasa a la vez.
Todo lo pasa,
nada es,
y todo es reversible.