Las palabras no quieren frases hechas
ni asueto de domingo en las esquinas,
las palabras, manidas,
se incomodan
en la revolución de los sentidos.
Saltan al vacio, rompen, ruedan, rumian,
las palabras retozan en sonido,
reveladas al eco, golpeando
cual baquetas
percutiendo
todas las emociones.
Las palabras se van
y nos viajan,
regresando desde cualquier olvido,
las palabras, esas que cuando vuelven,
en ese tono distorsionado en el que se dicen,
las mayores verdades,
entonces,
hablan de la Poesía