Son tus manos
ayudantes,
una cadencia sincrónica
remarcando
los trazos de tus huellas.
Pinceles,
pies danzantes,
de tu azulado imperio,
impresiones,
sobre la llanura de los nombres.
Siempre es complicado
ser amante
de la versatilidad
de tus escenarios.
Chistera en mano
bastidores
en la trasgresión
de las miradas.
Una función permanente
para sonrojarnos
en el calculado devenir de tus retratos.
muy bueno
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Gracias!!
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