
A veces no sentimos nuestra tierra firme,
todo es hostil y ausente,
y olvidamos,
que somos aire, fuego y agua.
Siempre existe un lugar,
libre de caos,
para dejar paso a nuestros besos.
A veces no sentimos nuestra tierra firme,
todo es hostil y ausente,
y olvidamos,
que somos aire, fuego y agua.
Siempre existe un lugar,
libre de caos,
para dejar paso a nuestros besos.