Si ella se hubiera perdido entre la noche,
habitara lagunas sin nombre
y espacios ajenos a toda profecía,
si tu alma gemela, de existir,
fuera una reina oscura.
Si los nudos que se tejen en otras dimensiones
atrajeran tu suerte en el presente,
si fueras tú quien la ausentas,
cada vez que alimentas los dragones
que duermen en tu mente.
Si por cada pensamiento negativo,
la tuvieras más lejos,
te fuera incluso una desconocida.
Si fueras tú quien derrama
el vino de su copa
y la condenas a ser una errante
entre todas tus oscuridades
¿Aceptarías que eres el responsable?
¿Hasta dónde jugarías la partida?