Porque nada es igual que ayer, estribillo incluido
Nada es igual que ayer,
al menos, como hoy lo ves,
lo que se va y lo que viene,
lo que fuiste y lo que tienes,
Nada es igual que ayer
Diferentes perspectivas
se disipan cada día
y aquello que te dolía
ya no te vuelve a doler
Y la luz que hoy alimenta
los rincones, las macetas,
la que tu cuerpo perfila
entre tonos violetas,
se tropieza en tu cintura
y tus brazos ya no dudan,
es el amor el que augura
y destierra la amargura
por aquello que se fue,
porque nada,
nada es igual que ayer.