Hay veces que el océano se pierde
en un concierto de liras encendidas,
las estrellas no encuentran acomodo,
el cielo se oscurece
y se acelera ,
el ritmo de la tierra,
murmullo entre las sombras desoídas.
en imponente y ciclónico universo.
Hay veces, que el océano se pierde,
agitando la arena de mis ojos,
y todo está callado,
enegrecido
en el compás errante de tu nombre
y el dolor penetrante de tu ausencia.