Una suerte de luz,
invadiendo
la oscuridad de mi letargo.
Me perturba
que mi noche siga oliendo a tí.
El recuerdo, subrepticio,
traiciona mi mirada
y te reinventa
sobre el techo iluminado de mis ojos.
El teclado ya no es un refugio en blanco.
Una iluminaria de letras
forma tu nombre
Si hay resurrección en la verdad.
la verdad,
es que te sigo amando.