Es curioso que en Agosto añore
esa luna de abril,
la primavera,
y ese olor a hierba mojada,
envejecer, sentir, desarroparse
sin paradas de tren,
ni escapularios,
sin ofrendas,
sin perseguir estrellas,
detenida
en el sabor aguamarina
de tu nombre
posado
sobre mi piel.