Si una nube extraterrestre
invadiera esta atmósfera
se quedaría perdida, entre tus ojos
para hacerse aurora, en todas tus mañanas.
Tendría que haber mil lunas,
custodiando,
la rotación terrestre de tu rostro
la traslación de los sentidos
y ese océano inexpugnable de tu mente,
cuando me preguntas
si te amo.
Claro que te amo,
con todas las letras,
y en cada una
de todas mis posibles vidas.