Ninguna deriva tiene

redireccionamiento automático,

a veces los pilotos no se encienden,

se guardan, luminosos,

en los atributos subconscientes.

El giro de volante que se impone,

para no atropellarse desde dentro,

muchas veces abrasa la conciencia,

dificultando dar orden al cerebro,

las manos agarradas

desesperan,

previendo

una aparatosa colisión.

Es entonces,

cuando el subconsciente toma el mando,

para derivarte a la vía de salida,

la pista de aterrizaje

del consuelo

de verte de nuevo

ante tus propios ojos.

Anuncio publicitario

9 comentarios en “Subconsciente

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s