No quiero hilo rojo para esperarte,
ni rosas azules para no aguardarte.
No quiero mensajes, ni espejos que hablen,
no quiero leyendas de sitios distantes,
ni hadas escondidas en suerte de ángeles,
ni historias perdidas en alguna parte
porque si tú me besas,
yo te beso,
construyéndome,
ideándote,
en un castillo de colores y de instantes