La noche no despierta,

 de la misma manera

cuando la tarde amarga

 la suerte mensajera

y te arrebata el alma,

desatando la niebla,

de un periodo confuso

 que no aguarda ni espera.

 Y todo lo que pesa

 aturde los sentidos,

 queda pegado dentro,

 cual mago del destino,

en corte de baraja,

 con el as en la manga

y la burla en camino.

No existe nube roja,

 ni pipa de la paz,

la sartén bajo el mango,

la luna de metal,

inalcanzable y triste

desespera en final

abocándose a abismos

derrotados al mar.

Quien por querer se daña,

no debe querer más.

10 comentarios en “Decepción

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